Jueves en que Cristo instituyó el sacramento de la Eucaristía.
En la mañana de este día, en todas las catedrales de cada diócesis, el obispo reune a los sacerdotes en torno al altar y, en una Misa solemne, se consagran los Santos Óleos que se usan en los Sacramentos del Bautismo, Confirmación, Orden Sacerdotal y Unción de los Enfermos.
En la Misa vespertina, antes del ofertorio, el sacerdote celebrante toma una toalla y una bandeja con agua y lava los pies de doce varones, recordando el mismo gesto de Jesús con sus apóstoles en la Última Cena.
En Coyuca de Benítez así vivimos el Jueves Santo tratando de preservar nuestras tradiciones que cada vez es mas difícil de conservar, trataremos de organizarnos para recuperar lo que hemos dejado ir.
Es parte de nuestra herencia y nuestra cultura.
Para acompañar en la velada un café con pan muy tradicional.
A repartir el pan para quienes acompañan.
jóvenes a repartir.
Preparando el café.
En el rosario.
Con mucho fervor y respeto.
“Padre si quieres aparta de mí esta copa, pero no se haga mi voluntad sino la tuya. “Y sumido en agonía, insistía más en su oración. Su sudor se hizo como gotas espesas de sangre que caían en tierra” (Mt 26, 36-37; Lc 22, 41-44).
Sintiendo el dolor y la pasión de Nuestro Señor Jesucristo.
Dedicar un tiempo a la adoración a la Eucaristía.
Él quiso que, como en su última Cena, sus discípulos nos reuniéramos y nos acordáramos de Él bendiciendo el pan y el vino: "Hagan esto en memoria mía" (Lc 22,19).
Reflexionemos con Jesús en lo que sentía en estos momentos: su miedo, la angustia ante la muerte, la tristeza por ser traicionado, su soledad, su compromiso por cumplir la voluntad de Dios, su obediencia a Dios Padre y su confianza en Él. Las virtudes que nos enseña Jesús este día, entre otras, son la obediencia, la generosidad y la humildad.
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