lunes, 19 de diciembre de 2011

PRIMER CENTENARIO DE LA INDEPENDENCIA

¡Viva la Libertad! ¡Viva la Independencia! ¡Vivan los Héroes de la Patria! ¡Viva la República! ¡Viva el pueblo mexicano!.La noche del 15 de Septiembre de 1910 gritó a voz el General Porfirio Díaz.



Reunión con el señor Justo Sierra, Ministro de Instrucción Pública y Bellas Artes, en la refundación de la Universidad Nacional.


Inauguración de la columna de la Independencia.


El General Porfirio Díaz durante los festejos del Centenario de la Independencia.



drserna@hotmail.com

lunes, 5 de diciembre de 2011

AMOR DE TARDE




Con la poesía de Mario Benedetti, Amor de tarde y El silencio del mar, les dejo unas postales de los atardeceres que nos regala la madre naturaleza en las playas de nuestro querido Coyuca, y el regreso de los pescadores con los últimos rayos de sol al terminar el día.



Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cuatro
y acabo la planilla y pienso diez minutos
y estiro las piernas como todas las tardes
y hago así con los hombros para aflojar la espalda
y me doblo los dedos y les saco mentiras.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las cinco
y soy una manija que calcula intereses
o dos manos que saltan sobre cuarenta teclas
o un oído que escucha como ladra el teléfono
o un tipo que hace números y les saca verdades.

Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico.

El silencio del mar

brama un juicio infinito

más concentrado que el de un cántaro

más implacable que dos gotas



ya acerque el horizonte o nos entregue

la muerte azul de las medusas

nuestras sospechas no lo dejan



el mar escucha como un sordo

es insensible como un dios

y sobrevive a los sobrevivientes



nunca sabré que espero de él

ni que conjuro deja en mis tobillos

pero cuando estos ojos se hartan de baldosas

y esperan entre el llano y las colinas

o en calles que se cierran en más calles

entonces sí me siento náufrago y sólo el mar puede

salvarme




drserna@hotmail.com